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"El Caso Teissier" y el Lavado del Comercio Horoscópico
por Patrice Guinard (filósofo)

-- traducción Joanna Murdoch --


Presentación

"El caso Teissier" es una palabra bien grande para el pequeño acontecimiento que parece haber terminado mucha bulla por pocas nueces. La tesis de Germaine Hanselmann (conocida como Elizabeth Teissier), intitulada "Situation épistémologique de l’astrologie à travers l’ambivalence fascination/rejet dans les sociétés postmodernes" ("Situación epistemológica de la astrología a través de la ambivalencia fascinación/rechazo en las sociedades postmodernas"), fue sostenida el 7 de Abril del 2001 bajo la dirección de Michel Maffesoli en el marco del departamento de sociología de la universidad René Descartes (Paris V). El jurado de tesis fue constituido por los sociólogos Serge Moscovici, presidente del jurado, Patrick Tacussel, y Patrick Watier, como también por los filósofos Françoise Bonardel y Gilbert Durand, quienes en 1993 validaron mi propia tesis.

La tesis Teissier fue objeto de diversas protestas en los medios instigados por cientistas racionalistas, reenforzados por sociólogos. Antes y después de la defensa de la tesis, un pequeno círculo de escépticos y de zetéticos, los AFIS, presionan sobre el presidente de la universidad parisiense y el cuerpo académico, con el fin de crear obstáculos a la tesis de la candidata. Estas tentativas de intimidación dieron nacimiento a diversos artículos en la prensa - siempre meticulosa en demostrar su anti-astrologismo y generalmente sorda en cuanto a informar sobre los avances de la investigación en ese campo -, y a la creación de un sitio internet, por un equipo de sociólogos opuestos a la recepción de esta tesis.

En esa ocasión fue implementada una petición que recuerda aquella de los signatarios de 1975 (ver mi Manifiesto: http://cura.free.fr/esp/08aem3.html) y han sido redactados diversos artículos: "La no tesis de sociología d’Elizabeth Teissier" por B. Lahire. P. Cibois, et D. Desjeux, "Una no tesis que esconde mal una verdadera tesis: un alegato pro-astrológico" por un equipo de astrofísicos y cientistas acostumbrados a las polémicas anti-astrológicas, y las "Observaciones filosóficas conclusivas" por el wittgensteiniano Jacques Bouveresse.

Germaine Hanselmann, casada a André Teissier en 1960, es una persona hábil. Ha sabido dar pruebas de las competencias y talentos necesarios para presentar con éxito un trabajo de factura académica, autorizándola a acceder al grado de Doctor de Universidad, y logró adaptar su discurso, poco o mucho, a las exigencias del aparato académico, allí donde los astrólogos de colegios y de asociaciones aún se encuentran imitando los diplomas y status universitarios a través de pequeños ejercicios internos de un valor casi nulo.
 

La crítica sociológica

Dejaré de lado los discursos redundantes del puñado de ideólogos cientistas y de su "argumentación astronómica" que no tiene nada que ver en la discusión, ni en este caso particular, ni generalmente. Esta argumentación permanece sin cambio desde el siglo XVI, y pareciera que los astrólogos que han respondido desde hace cuatro siglos, han perdido su tiempo ya que no existe evolución sensible alguna de su razonamiento (cf. mi Manifiesto en el capítulo 8: "L’astrofobia cientista"). Por otra parte la astrología no pretende ser una ciencia, pero un saber a-científico como el psicoanálisis, contrariamente a lo que pretende la ex-candidata.

En su requisitorio recientemente publicado en Internet, los representantes (¿ lo son realmente?) de la sociología francesa acusan la candidata de faltar a sus obligaciones de conformidad a los diversos métodos sociológicos en vigor y "de una total ausencia de punto de vista sociológico, como de hipótesis, de métodos y de ‘datos empíricos’ de naturaleza sociológica." Dicho de otra forma, estos sociólogos ponen en duda la competencia de un colega, director de esta tesis, Michel Maffesoli, a través de afirmaciones que conviene cuestionar. Además de Maffesoli, sociólogos como Alain Touraine y Jean Baudrillard, que cuentan entre los raros faros de la sociología francesa, han hecho saber su desacuerdo en cuanto al proceso intentado contra la tesis. En cambio podemos dudar de la posteridad de los sociólogos intrigantes, finalmente poco interesados en la astrología y por lo que está en juego, e interrogarse si no han sido manipulados y emboscados por los ideólogos de la AFIS, asociación conocida por los astrólogos por sus declaraciones partidistas.

Por ejemplo, en el número 221 (Mayo-Junio 1996), en la página 5, de la revista AFIS Science, se encuentra el chisme odioso y calumnioso bajo la "firma" de un tal M.R. : "La joven de quien él (Michel Gauquelin) se prendió tenía una fé ciega en los horóscopos [sic!]. El no quiso seguirla en ese terreno, y su desacuerdo estuvo a dos dedos de romper sus proyectos matrimoniales. Crearon un curioso compromiso. Françoise Gauquelin dejaría de lado sus horóscopos tradicionales [sic!] y colaboraría con su esposo estudiando la influencia de los planetas." Y al chupatintas de especular con abyección sobre las causas del suicidio de Michel Gauquelin! Este periodicucho se encuentra fácilmente en las estanterías de numerosas bibliotecas municipales en Francia, mientras que ninguna de ellas, a mi conocimiento, no esta abonada a una revista astrológica seria. Que los sociólogos lo constaten y relean mi Manifiesto en cuanto a la naturaleza ideológica de la postura antiastrológica, y a su implantación y sus ramificaciones en los servicios culturales del Estado – un verdadero sujeto sociológico que propongo a eventuales futuros candidatos.
 

Algunos extractos del texto de los sociólogos

Bernard Lahire, Phillipe Cibois & Dominique Desjeux, "La non thèse de sociologie d’Elizabeth Teissier" (http://persoweb;francenet.fr/~cibois/Analyse3.htm) cuya reproducción no nos ha sido autorizada, si no es bajo condiciones inaceptables.

Una lectura rigurosa y precisa de la tesis en su totalidad (que comprende 900 páginas si se incluye el anexo intitulado "Quelques preuves irréfutables en faveur de l’influence planétaire" Algunas pruebas irrefutables en favor de la influencia planetaria p. XII-XL) conduce a un juicio bastante simple: la tesis de E. Teissier no es, a ningún momento ni de ninguna manera, una tesis de sociología. No es una cuestión de menor grado de calidad (una "mala" tesis de sociología o una tesis "mediocra"), pero de una total ausencia de punto de vista sociológico, tanto como de hipótesis, de métodos y de "datos empíricos" de naturaleza sociológica .

(...)

En el texto de E. Teissier no existe traza alguna, por poco que sea, de problemática sociológica elaborada, de datos empíricos (científicamente construidos) o de métodos de investigación dignos de ese nombre. La vaga "hipótesis" anunciada ( "a saber, esta ambivalencia de la sociedad donde prima sin embargo la fascinación, ambivalencia que raya a veces en la paradoja y que pasa por eschizofrenia (sic) colectiva", pgna 7) no es mas que una afirmación entre otras que no desemboca en ningún dispositivo de investigación en vista de intentar su validación (pero tal como es formulada, es difícil saber, efectivamente, que puede ser validado o invalidado).

Por contra, como veremos enseguida, nos encontramos con numerosos usos dudosos de referencias sociológicas, propósitos claramente asociológicos y anti-racionalistas expresados en un estilo de escritura pomposo y vacío, como a "datos" anecdóticos y narcisistas (E. Teissier a la televisión, E. Teissier y la prensa escrita, E. Teissier y sus disputas con los científicos, E. Teissier y los hombres de poder, el correo de lectores de E. Teissier ... ) seguidos por comentarios a menudo polémicos (ajuste de cuentas o relatos de ajuste de cuentas con tal o tal personaje de la televisión, tal o tal científico, etc.) o si no una serie de citaciones de autores raramente en relación con los propósitos que le precedían y con los que le seguirán.

(...)

Si por "datos empíricos" se comprende materiales seleccionados, recolectados y/o producidos en vista de una interpretación la mas fundada posible de tal o tal especto del mundo social, es decir, a cuerpos de datos en los cuales los principios de constitución y de delimitación son explícitamente enunciados, se puede decir sin riesgos, que la tesis de E. Teissier no contiene estrictamente dato empírico alguno. Si la autora tuviese al menos una concepción un poco empírica de la práctica de investigación en sociología (recordemos que ella dice poner en práctica "el método empírico"), no osaría, por ejemplo, escribir con tanta ligereza y de inconciencia empírica que ella va a seguir la evolución de la astrología " a través del tiempo y del espacio en las sociedaces las mas diversas, desde la noche de los tiempos hasta nuestros dias" anunciando explícitamente que se librará "a un rapido sobrevuelo, tanto cronológico que geográfico, diacrónico que sincrónico ... " (pgna 93). Pero porqué darse la pena de poner en lugar un verdadero dispositivo de investigación cuando se piensa que "la vitalidad de la astrología actualmente es obvia" y que "por prueba, es suficiente de abrir los ojos y las orejas" (pgna 792) ?

De la misma manera, ¿como aportar una prueba del "interés cada vez mayor de los medios de comunicación por la astrología" ? E. Teisssier responde: " no existe una semana en la cual no seamos invitados a participar, aquí o allá, en Francia o al extranjero, a una emisión de ese tipo" (pgna 274). En realidad, E. Teissier encadena de manera aleatoria las anécdotas personales a merced de sus recuerdos: "En el contexto del ser en conjunto, otra historia nos viene al espiritu, donde eramos testigo y parte al mismo tiempo" (pgna 412); "Otra historia ejemplar nos viene en memoria." (pgna 383), etc. Ella cuenta lo que se le dijo o escribió y lo que ella respondió. Sus comentarios, cuendo existen, se contentan de prolongar la polémica cuando existía (con los periodistas, los animadores de televisión, los científicos, etc.) Y de subrayar el interés por la astrología - a pesar del consensus cultural desfavorable a la astrología y a la gheitización de esta última - ilustrada por ciertas anécdotas.

La anécdota tirada "al azar" ( signo sin duda de objetividad a sus ojos) es siempre prueba.

Si, de la misma manera, nos informa del intercambio de correo con ciertos lectores, como "prueba" de la ambivalencia fascinación/rechazo hacia la astrología ("C - El correo de los lectores y teleespecatadores, barómetros de nuestra sociedad", pgnas 311-386), de ninguna manera es cuestión de constituir un corpus, ni al menos de hacer un análisis sociológico, pero de hacer leer el correo recibido, y las respuestas enviadas ("He aqui lo que respondimos a este lector: ...", pgna 319; "He aqui la respuesta que dirigimos a esta lectora desorientada", pgna 327). No disponemos incluso de una evaluación precisa de los diferentes tipos de correos que recibe. Asi, a propósito de cartas que ella clasifica en la rúbrica "Los llamados de auxilio", ella escribe de una forma aproximativa: "Seguramente se trata, hablando cuantitativamente, de la masa la más importante de las cartas recibidas" (pgna 312) o aún que "Entre los llamados de auxilio, las cartas de procedencia de prisioneros no son raras" (pgna 321).

Y asi pasamos de una anécdota a otra: E. Teissier "frente a un astronomo monolítico en su agresividad" (pgna 543, E. Teissier y Marcel Jullian, PDG de Antenne 2 (pgnas 588-629) a propósito de la emisión Astralement vôtre, E. Teissier y la emisión alemana Astrow-show entre 1981 y 1983 (pgna 645 y siguientes), E. Teissier y la emisión Comme un lundi de Christophe Dechavanne del 8 de Enero de 1996 (pgnas 671-685), E Teissier y la emisión Duel sur la cinq del 10 de Junio de 1988 (pgnas 709-725), etc. Y a cada vez, la autora emite juicios perentorios, polemica, formula respuestas agresivas. De manera que no estudia las reacciones a la astrología, ella la defiende. No analisa las polémicas alrededor de la astrología, pero está en la polémica, continuando en esta tesis -como en los plató de televisión, en las ondas radifónicas o en la prensa escrita - a batallar contra aquellos que consideran que no es una ciencia.

En todos los casos, el narcisismo ingenuo es grande, aunque totalmente negado: "Bien que rechazamos en este estudio hacernos ver por razones a la vez de objetividad y de una honestidqd sin falla, se habrá remarcado que fuí, a través de toda la emisión, la única astróloga a ser atacada..." (pgna 686). No solo los ejemplos escogidos por E. Teissier conciernen que E. Teissier (cuando podría haberse interesado a otros colegas astrólogos), pero además los relatos siempre hacen resaltar la vida heroica o pasionante de E. Teissier. Es así que relata, por ejemplo, como el reencuentro con la astrología fue "el gran cambio en su vida": "Tuvimos derecho a nuestra noche pascual - en realidad noche boreal, ya que la "iluminación" duró unos seis meses, el tiempo de aprender los fundamentos cosmográficos y simbólicos del arte real de los astros, suficientemente como para maravillarme de las "convergencias" por una parte psicológicas, por otra parte cronológicas con nuestro caracter y nuestra vivencia, o aquella de nuestro entorno" (pgna X). O aún, relatando el contexto cuando fue contactada para presentar la emisión alemana Astro-Show: "Cuando, a principios de 1981, a nuestro retorno de un viaje a India, encontramos tres mensajes consecutivos e impacientes de la ARD (primera cadena televisual alemana), estabamos mas bien sorprendidos. Hasta ese momento nuestro rayon de acción no había pasado los límites del Rhin." (pgna 646).
 

Los sociólogos en crisis parecen ignorar la existencia de otras tesis comparables que conciernen la astrología y notablemente la mía defendida en 1993 (ver "L’astrologie et l’épi-astrologie à l’université: Un siècle de thèses doctorales", http://cura.free.fr/01authd.html), si bien que no se sabe muy bien si lo que está en juego es para ellos el escándalo de la defensa de una tesis sobre la astrología, o de una tesis intentada por una astróloga mediatizada. En este nuevo requisitorio contra la astrología, es evidente que no es solamente la argumentación y el razonamiento de la candidata que son puestos en tela de juicio, pero principalmente su provenencia, es decir, el hecho que son formulados por una vedette mediática que habría logrado imitar el discurso del candidato formado a las probadas metodologías universitarias.

La credibilidad de la sociología les ha parecido ser dolorosamente puesta en cuestión, más aún cuando ya la sociología sufre endémicamente de un déficit de cientificidad. En efecto, tanto en sociología como en astrología no existe mas verificación o posibilidad de predecir el resultado, a pesar de las fanfarronadas de Télé-7-Jours. ¿Y que pasa con la credibilidad de la sociología, si el discurso sociológico, o incluso "etnometodológico" y egocentrado a la manera de un Yves Lecerf, no consiste mas que en relatar su pequeña historia personal? - discursos del cual se contentan, desgraciadamente! numerosos etnólogos en función y de lo cual no se privó la ex-candidata.

¿Cual es el grado de cientificidad del discurso sociológico? ¿No es tan cuestionable la aptitud a prever manifestaciones y acontecimientos sociales futuros que aquellas afirmadas por la suficiencia de ciertos astrólogos? ¿Cuales son aquellos "métodos" científicos de los cuales podría prevalerse el discurso sociológico? ¿Se refiere aquí a la fabricación de algunos cuestionarios cuyos "resultados" son analizados por alguna red de decodificación preconcebida? ¿Existe una reflexión real sobre las prácticas y cuestionamientos sociológicos? ¿Las conclusiones de esos pequeños ejercicios permiten ver otra cosa que las opiniones y conductas que la presión ideológica y mediática ha forjado en el espíritu de los cuestionados?

Esas deficiencias son demasiado netas cuando se trata de rendir cuentas de una marginalidad cualquiera, como la astrológica, calibrada y repensada a la medida de una razón y de una normalidad jamás interrogadas. Como Pierre Bourdieu en Les héritiers (1964), y luego en La distinction (Paris, Minuit, 1979). "Breve, tanto en los estudiantes como en los profesores, la primera tentación podría ser de utilizar la invocación del handicap social como alibí o excusa, es decir como razón suficiente de abdicar las exigencias formales del sistema de enseñanza. Otra forma de la misma abdicación, pero mas peligrosa porque ella puede armarse de una apariencia de lógica y vestirse de apariencias del relativismo sociológico, la ilusión populista podría conducir a reivindicar la promoción al orden de la cultura enseñada por el Colegio de culturas paralelas sostenidas por las clases las mas desfavorecidas." (Pierre Bourdieu & Jean-Claude Passeron, Les héritiers (Les étudiants et la culture), Paris, Minuit, 1964, p.110)

¿Se han solamente interrogado esas "exigencias formales del sistema de enseñanza"? ¿Y quid de los contenidos de la enseñanza? ¿Creen que esas formas son sin incidencia sobre el discurso mismo? ¿Y a "exigencias formales" iguales, como recrutan a los nuevos laureados y funcionarios de los puestos del estado, si no es a través de amistades, y por otros procedimientos que ya no tienen nada que ver con exigencias de clase alguna?

¿Por qué aún la astrología, actividad maginal si hay una, debiere ser la presa perpetual del discurso socio-ideológico, y no la actividad sociológica misma, retribuida por el contribuable? La astrología es un saber, antes de ser el síntoma imaginado por la sociología, un saber que quizás tiene mas avenir (y pasado) que el discurso socio-ideológico.

A la ocasión del fallecimiento de Pierre Bourdieu (Enero 2002) , uno de nuestros tres sociólogos anti-Teissier ha imaginado un "balance" sobre el valor de Bourdieu en función del lugar acordado a su fallecimiento por los diversos diarios (superficie consagrada al deceso proporcionalmente al precio del diario! Cf. http://persoweb.francenet.fr/~cibois/AnalysePressePB.htm). Nietzsche calculaba mas rápido y mas justo cuando contaba a los sociólogos como tantos "ceros adicionados".
 

El "sentido" de la tesis Teissier

Volvamos sobre la afirmación central de los sociólogos patentados: "la tesis de E. Teissier no es, a ningún momento ni de ninguna manera, una tesis de sociología." Y admitamos, finalmente, que pueda contener una parte de la verdad. La tesis Teissier no sería una tesis de sociología, ni tampoco una tesis epistemológica. Aquí no es ni cuestión de una mala tesis - sabemos que existen otras de ese tipo en el seno de los departamentos de investigación los mas diversos -, pero de una tesis "sin nombre", sin locus definido por las instancias académicas. Y esa es bien la cuestión: la astrología necesita, en tanto que conocimiento, con el mismo título que la sociología o la psicoanálisis, un espacio que la razón moderna no le reconoce. De esta manera podría ser que una tesis sobre la astrología no pueda ser que artificialmente incorporada a territorios de investigación cincelados por el saber institucionalizado. De allí la ironía del discurso de Madame Teissier, no que la ironía sea en sí una propriedad del discurso astrológico - ella sería mas bien la constante de los discursos que la combaten- pero ella aparece necesariamente como resultado del status atribuido a la astrología por la ratio moderna, o postmoderna , como se quiera.

Por otro lado, se buscaría en vano una ‘tesis’ cualquiera, es decir, el establecimiento de un verdadero complejo de ideas, personales y argumentadas, en el trabajo de Madame Teissier, y es precisamente en ello que reside la paradoja, la ironía (frente a la tontería anti-astrológica) y finalmente el sentido de su estudio, si hay que buscarle uno: la imposibilidad de abordar el hecho astrológico por medio de la sociología, la imposibilidad de trabajar o de pensar en la astrología a partir del momento en que ningún espacio de investigación no le es atribuido.
 

El lavado del comercio astrológico

Elizabeth Teissier se apresuró de publicar donde Plon, en Noviembre 2001, L’homme d’ajourd’hui et les astres. Fascination et rejet, una obra que retoma su tesis sin cambio notable.

El texto comienza mal con, puesto en epígrafe, la famosa citación atribuida a Einstein, arrastrada desde hace una decena de años por diversos manuales de astrología sin indicación de la fuente. La obra es un pot-pourri de factura periodística, con citaciones múltiples (filósofos, sociólogos, pensadores new age, físicos disidentes...) sin que en ningún momento se desarrolle alguna orientación original de investigación. Como lo señalaron a justo título los sociólogos : esta tesis es un simple discurso apologético de la astrología.

E. T. se abstuvo de citar las principales fuentes de sus incursiones. En un anexo intitulado "Deux horoscopes Qoumrâniens: identification des personnages" (p.583-587), ella retoma y plagia las tesis y referencias del astrólogo británico John Addey (cf. "Astrology in the Dead Sea Scrolls", The Astrological Journal, 8.1, 1965).

La ex-candidata no discute los diversos análisis sociológicos producidos desde hace une veintena de años, principalemente en los paises anglo-sajones. La investigación sociológica sobre el sujeto es totalmente ignorada: por ejemplo Francis Fullam (Contemporary belief in astrology, University of Chicago Press, 1984), o ciertos articulos de la revista Personality and Social Psychology Bulletin. Incluso la tesis francesa de Daniel Gros, sostenida en 1984 en sociología y bajo la dirección de Edgar Morin (La Profession d’astrologue. Etude sociologique d’une profession marginale, statut, vocation, pratique) es deliberadamente ignorada. E. T. se quedó en la crítica de Adorno, cierto pionera, no sin tomarme prestado ciertos argumentos, incluso el tono polémico que preconizó frente al caracter ideológico de su argumentación. Ella ignora al sociólogo Bruno Latour, cuyos análisis podrían haber servido sus declaraciones.

Por contra los filósofos que ella cita contínuamente, incluso mas que a los sociólogos, no sirven que de decoración a su discurso, y ninguna problemática es jamás introducida a partir de sus conceptos encontrados por aquí y por allá. Otra categoría de autores frecuentemente citados es aquella de la "nueva física", en la mayoría sin fuente ni referencia, tales como Bell, Burr, Chew, Linssen... (p.137) al lado de los inevitables David Bohm, Fritjof Capra, Stéphane Lupasco, Bernard d’Espagnat y Rupert Sheldrake, mencionados en numerosos tratados de astrología en mal de justificación "científica". Podemos interrogarnos si la ex-candidata ha adquirido algún conocimiento en ese dominio, cuando, ella misma consiente en que incluso no domina las bases de la astronomía ("tanto como la explicación [de la precesión de los equinoxios] implica nociones astronómicas complicadas, no es fácil a explicar ni de comprender", p.77), y cuantos errores garrafales cometidos en relación a astrónomos y astrólogos del pasado, entre los más conocidos: así Hiparco que habría vivido en el siglo II despues de Cristo (corregido en la obra despues de una crítica cientista publicada en Internet), o Manilus que habría vivido "después de Ptolomeo" (p.77 de la obra, error no corregido, mostrando la ignorancia de la ex-candidata a la vez que la de su crítica!).

El "sobrevuelo sociohistórico" (presentado en la obra en la página 93 y siguientes) no es mas que un pillaje de dos o tres tratados generalistas traducidos al francés, de los cuales aquel de Wilhelm Knappich, apreciado por todos los debutantes en ese dominio, y por otro lado lleno de erratas en su versión francesa (cf. mi "Bibliographie de l’histoire de l’astrologie", http://cura.free.fr/02qomha.html). En la página 130, se encuentra la siguiente perla: el astrólogo Fomalhaut, alias Charles Nicoullaud (1854-1925), habría dado su nombre a la estrella del mismo nombre! Se trata de un vocablo de origen árabe. Y en la página 521, aprendemos que Nostradamus habría anunciado su propia muerte, la víspera del acontecimiento, a Catherine de Medicis!

Los problemas intrínsecos a los diferentes colegios y técnicas astrológicas, dicho de otra manera las verdaderas cuestiones astrológicas, son evacuadas de entrada, y la presentación "simplista" (capitulo 3) del "sistema astrológico" no podría recibir la aprobación que de un público ignorante. De esta manera, E. T. se deshace de toda cuestión epistemológica, a pesar de la disposición pretensiosa del título dado a su texto. Así es asentado y supuesto una astrología que formaría un sistema sin cuestionamiento y una tradición en el que la historicidad es ignorada. En ese sentido, esta tesis no es ni siquiera una tesis de astrología.

Numerosas ideas expresadas retoman conclusiones que figuran en mis propios trabajos (1984 y 1993). La ex-candidata, que sin embargo aprovechó ampliamente de mi investigación sostenida a la Sorbona en 1993, e incluso logró recuperar una parte de los miembros de mi jurado, ignora explícitamente mis trabajos al mismo tiempo que retoma por cuenta propia varias ideas, sin los desarrollos analíticos que las justifican. Así encontramos diversos elementos de mi Manifeste (presentados en mi tesis de 1993 y desarrollados en la revista L’Astrologue en 1996-97-99), robados, maquillados y diluídos en un discurso banalizado. Algunos ejemplos:

 


La astrología presentada como un sistema: "un conjunto de elementos interdependientes formando un todo [...] Justificado por la existencia de ciclos planetarios [...] Quien dice sistema dice estructura." (Teissier, p.27-28)
 

"Dilthey que parece confundir comprensión con descripción." (Teissier, p.36)
 

"El argumento de la precesión (...) tópico de los ataques antiastrológicos" (Teissier, p.77) 
 
 


Comparar con Le Manifeste 2/4, "Le Ternaire de la Connaissance", http://cura.free.fr/01qqa2.html)
 

"Wilhelm Dilthey (...) No distingue lo "psiquico" de lo "socio-histórico", y se contenta de oponer la explicación de la Naturaleza a la comprensión [...] Sea que existen bien tres niveles: la explicación del mundo fisico, la interpretación del mundo cultural, y la comprensión del mundo psíquico." (in Le Manifeste 2/4, Ibid.)

"El argumento de la precesion (...) Antes de convertirse en el topico de la sofistica cientista"(in Le Manifeste 3/4, "L’astrophobie scientiste", http://cura.free.fr/01qapa1.html)

(...)

La ausencia de probidad intelectual ha conducido la ex-candidata a mencionar el sostenimiento, en 1993, de una tesis de medicina, trabajo "innovador" (p.520), con el fin de mascar mejor la aparición, el mismo año, de mi propia investigación. Incluso empujó el cinismo hasta a retomar mi idea que aquella fecha de 1993, marcada por una conjunción Urano-Neptuno, anunciaba una renovación astrológica, conformemente a mi humorada a medias que lancé en mi Manifiesto (cf. http://cura.free.fr/esp/10aem4.html, a la altura de la nota 27).

Pocos astrólogos son citados, y visiblemente no aquellos que han adoptado una cierta exigencia de investigación, por ejemplo Nicola con quien ella colaboró en la revista Astrologique, en sus comienzos en los años 70. Otros astrólogos y pensadores han sido saqueados, a semejanza de John Addey precedentemente citado, o Vlaicu Ionescu (1976, 1983, 1987): "ese hecho [el conocimiento de Neptuno por Nostradamus] que descubrí sola recientemente [sic! subrayo] en un deslumbramiento incrédulo..." (p.605) La sola presencia de un cuarteto del nombre mitológico de Neptuno no es suficiente, por otra parte, de validar esta idea (sobre esta cuestión, cf. "¿Conocía Nostradamus los planetas trans-saturnianos?"http://cura.free.fr/esp/10nostra.html).

Existe un abismo entre los pensadores originales y sus plagiarios de poco valor. La cultura, y a fortiori el pensamiento filosófico, no se compran por medio de publicidad y de comunicados de prensa. Y este asunto de las fuentes y referencias truncadas designa sin duda alguna a charlatanes, práctica por otra parte comun en el medio astrológico, y cuya erradicación es una condicion sine qua non de la evolución futura de esta disciplina.

El galanteo periodístico, notablemente en la sección que concierne las "proezas" mediáticas de la vedette, y a partir de fuentes múltiples, toma un amplor tal que uno se pregunta si no se habrá contratado todo un equipo para la colección y elaboración de fichas, a semejanza de sus horóscopos y predicciones fabricados en serie.

El discurso Teissier esta al servicio de una astrología comun, consensual, autoproclamada "popular", dirigida hacia el negocio y la creciente infantilizacion de su público y de su clientela - una astrología de bazar. Y la tesis universitaria encuentra, por lo tanto, su función valorizadora, permitiendo el blanqueo del comercio astrológico. Como lo escribe Alain de Chivré en un comunicado de fecha 3 de Julio del 2000: "¿Como puede madame Teissier osar pedir a los universitarios que garantizen nuestra disciplina al mismo tiempo invadiéndolos de sus malogros horoscópicos en la gran prensa hebdomadaria?" El título en el bolsillo, y el espiritu vuelto a sus negocios/asuntos habituales, la astróloga de los medios de comunicación ha retomado post-tesis sus actividades y continua a negociar sus horóscopos y predicciones, y como consecuencia a empañar la imagen de la astrología ante la intelligentsia y a mantener al gran público en la servidumbre, al nivel cero de la comprensión.
 

El recurso al señor Bouveresse

Algunos extractos de "Remarques philosophiques conclusives" por Jacques Bouveresse (texto completo en la siguiente dirección: http://persoweb.francenet.fr/~cibois/Analyse3.htm).

La tesis sostenida por Madame Elizabeth Teissier el 7 de Abril de este año bajo el título "Situation épistémologique de l’astrologie à travers l’ambivalence fascination/rejet dans les sociétés postmodernes" en primer lugar plantea la interrogante de saber lo que viene a hacer exactamente en el título la palabra "epistemológico". Incluso si ella cita un número considerable de científicos y de epistemólogos eminentes (que ella interpreta generalmente en sentido contrario, como lo hace igualmente, de manera tambien casi tan sistemáticamente con los sociólogos que ella utilisa), no incluye ningún análisis epistemológico real. La candidata, por otra parte, de toda evidencia, era bien incapaz de producir uno. Y no se trata tampoco de un trabajo de sociología de ciencias (o, si se prefiere, de pseudo-ciencias), una disciplina que la candidata tampoco domina ni las exigencias, principios, ni métodos.

(...)

La mayoría del tiempo la tesis procede por una acumulación, destinada a crear una impresion de erudición y de seriedad irreprochable - manifestamente la candidata conoce las reglas del juego universitario -, citaciones de personalidades ilustres de todas las épocas, utilizadas de manera de argumentos de autoridad. Madame Teissier encontró, en particular, un número considerable de declaraciones de grandes científicos que dicen cosas que ella interpreta como argumentos en favor del reconocimiento de la astrología como disciplina científica. Pero ella debería, en ese caso, interrogarse porqué los representantes reconocidos de lo que ella llama el "nuevo espiritu científico" no han firmado todavía un llamado solemne en favor de una igualdad de tratamiento entre la astrología y la astronomía (aqui debe de tratarse ya no de intolerancia, pero mas bien de inconsecuencia pura y simple). No podemos dejar de tener un pensamiento emocionado por Bachelard, uno de los autores cuyos textos han sido lo mas groseramente mal interpretados o desviados de su sentido y que, cuando el habló de un "nuevo espiritu científico", desgraciadamente no pensaba como Madame Teissier en el Coloquio de Cordoba. El colmo de la ironía es alcanzado cuando ella cita una obra como La formation de l’esprit scientifique, de la cual manifestamente ella ha sido incapaz de aprender cosa alguna, creyendo que ese tipo de libro aportaría agua a su molino. Todo sirve, comenzando por las declaraciones de los mas grandes científicos, cuando se trata de darle una apariencia cientifica; pero nada de lo que, en sus discursos, podría constituir, implícita o explícitamente, una amenaza para la respectabilidad científica de la astrología es jamás mencionada.

(...)

De una manera general, la tesis usa y abusa del argumento Todo aunque!, sin remarcar que sostener que la ciencia procede finalmente de manera tan irracional que la astrología corresponde a conceder que la astrología procede efectivamente de manera irracional y a aserruchar la rama sobre la cual se desea sentarla, ya que lo que la autora quisiera hacernos creer es que ella es, al fin de cuentas, tan racional e incluso, finalmente, mucho mas racional que una ciencia que ha degenerado en una simple religion, endurecida, dogmática y sectaria.

(...)

Convencer a un editor comercial tentado por la perspectiva de una buena "movida" a jugar y listo a explotar el éxito del escándalo que acompañó el sostenimiento de la tesis debería, en todo caso, ser aún mas fácil para Madame Teissier que lo fue de convencer sus jueces universitarios. Los innumerables tesistas que redactan y defienden estudios de todo punto de vista remarcables, para los cuales no logran encontrar en seguida un editor, apreciarán seguramente el hecho de ver aparecer bajo el título de "tesis de doctorado" una obra como de la cual se trata.
 

Jacques Bouveresse estatuta esta vez sobre la naturaleza "no-epistemológica’ de la tesis de Madame Teissier - una evidencia en vista de su "conocimiento" bastante fragmentario de la historia de la astrología. El autor de "Philosophe chez les autophages" (1984) se refiere a Bachelard. Desgraciadamente para él, sucede que el nombrado Bachelard consagró un estudio histórico sobre los trabajos de un astrólogo del siglo XVII, y resulta que, según los recientes análisis de ese texto (cf. Jacques Halbronn, "Misères de l’histoire de l’Astrologie (Gaston Bachelard et les "Véritables Connoissances des Influences Célestes et sublunaires’ de R. Decartes)", http://cura.free.fr/xv/14halbr6.html), que Bachelard ignoraba la existencia de tratados contemporáneos de aquel falsamente atribuido a Descartes, y que él se confundía incluso sobre el sentido de los conceptos los mal elementales del discurso astrológico. Dicho de otro modo, no poseía el conocimiento requerido y necesario para llevar a cabo un estudio especializado, y no dominaba les elementos de base de la astrología. El interés de tal ejemplo, desgraciadamente escogido por M. Bouveresse mismo, reside en el hecho que una epistemología es imposible sin el conocimiento del pasado de una disciplina, ni sin el de su estado actual. Y es precisamente lo que necesita toda epistemología: el conocimiento del pasado de una disciplina como el de su estado actual.

Si la tesis Teissier no es tampoco una tesis de epistemología, y que no puede serlo, es porque la historia de la astrología, ya sea babiloniana, greca o india, permanece ignorada de los departamentos de investigación, que los contribuyentes de los paises industrializados jamás son solicitados para otorgar fondos hacia la constitución de una biblioteca de investigación ( y por otra parte, su opinión no es requerida: ver sobre esta cuestión, la obra del epistemólogo Feyerabend, Science in a free society, y mi Manifeste), que un conocimiento, incluso sumario, de la astrología contemporánea es totalmente ignorada por los especialistas universitarios de otras disciplinas, como probablemente por la mayoría de los firmantes que se opusieron al reconocimiento de la tesis de la astróloga "popular" Teissier. Ya que las bibliotecas públicas se niegan a colectar, e incluso a catalogar, las raras revistas especializadas en ese dominio, las críticas exteriores a la astrología estan condenadas a la esterilidad. (ver el ejemplo de la excelente revista canadiense Phenomena, The News Journal of Cosmic Influence Research, (2.3-4, 1978, p.9), que la Biblioteca del Congreso se niega a catalogar a fines de los años 70).

¿Como, en esas condiciones, una epistemología de la astrología sería posible? He mostrado en mis trabajos que las lineas de investigación permitidas a la astrología por el pensamiento moderno son inadaptadas a su desarrollo, que los diversos métodos en vigor son totamente inapropriados, que incluso es por la coerción de esos métodos externos, que califico en ese caso de ideológicos, que la astrología ha podido ser progresivamente erradicada del campo del saber, en el pasado, como sigue siendolo actualmente.

La paradoja de la crítica externa, es que infaliblemente no consigue su objetivo. Sólo los astrólogos competentes tendrían la capacidad de estimar el valor de una investigación en su disciplina. Si el trabajo de Madame Teissier es inaceptable como lo afirma Bouveresse a saciedad, lo es principalmente porque no satisface las exigencias de la investigación en astrología. Que haya sido situado "so capa de" la sociología importa poco. Y finalmente, si compete realmente al género apologético, es un verdadero mal servicio rendido a la astrología que confundir, en su nombre, la Teissier de las predicciones TV, y ahora los horóscopos Internet, con la investigación auténtica que germe un poco por todas partes en el mundo desde hace una quincena de años, a los ojos de una intelligentsia ya mal informada en ese dominio.



Referencia de la página:
Patrice Guinard: "El Caso Teissier" y el Lavado del Comercio Horoscópico
http://cura.free.fr/esp/24comerc.html
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