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La reforma del mapa astrológico
por Patrice Guinard
(traducción Alhena Casanova)

 
 
A Reform of the Chart (English Summary). I propose the following changes to represent the astrological chart : two systems of coordinates (topocentric altitudes and ecliptical longitudes), topocentric coordinates (for the Moon), a double circle to figure the planets that are really above or below the horizon, a new Medium Coeli that is the zodiacal point of higher altitude, always 90° from the AS), and finally, an easier manner to calculate the eight houses, i.e. oktatopos or octotope, like modus aequalis (eight houses running clockwise, in the natural sense, with Angles in the middle of houses I, III, V and VII), the representation of the real aspects (true angular distances) and of the triangular and rectangular figures. The new chart synthesizes all the elements necessary for interpretation, corresponds better to the apparent heavenly reality than the representations offered by existing programs and software, and is mainly a consequence of the quaternary nature of astrology, as I have repeatedly tried to show for over twenty years.
 
 
DIBUJAR EL CIELO

El mapa del nacimiento, tal como es representado por los astrólogos y en sus programas, no representa en ningún caso el estado del cielo en un momento dado, generalmente el momento natal del individuo, sino el estado de un cielo convencional que, en la mayoría de los casos, deforma aquello que se debería tener en cuenta en una representación fiable de los astros. No encontramos en el mapa aquello que uno "ve" en el cielo, es decir las posiciones reales aparentes de los planetas. El mapa no representa aquello que uno podría ver si la luz solar del día, del alba o del crepúsculo no nos impidieran la visión. Y no se trata de estrellas, constelaciones y nebulosas, sino del pequeño número de astros representados en el mapa, es decir, los once planetas del sistema solar, incluido Ceres (ver "Quels opérateurs cycliques en astrologie ?", CURA, AfD 08).

Paradojalmente, los astrónomos ideólogos (aquellos que condenan la astrología por razones equivocadas) se refieren sólo en raras ocasiones y siempre superficialmente a esta cuestión, y prefieren en cambio las polémicas poco valiosas de retaguardia. Porque plantear seriamente este problema requeriría formular transformaciones y soluciones de recambio, por lo tanto trabajar en la posición de los astrólogos. (Por ejemplo en un artículo zetético de marzo de 2006, http://www.zetetique.fr/index.php/dossiers/92-astrologie), los anti-astrólogos critican con razón, a la autora de un estudio mediocre, por no tener en cuenta las latitudes planetarias y confundir las posiciones aparentes reales de los planetas con su proyección sobre la eclíptica, pero los zetéticos evitan levantar el tema de este "cielo real" y se limitan a ilustrar sus observaciones con mapas calculados con el programa Astrolog, utilizado por los astrólogos desde hace varias décadas, y que no muestra las mencionadas latitudes!)

La dificultad para representar correctamente el estado del cielo próximo, se debe a varias causas, en principio la dificultad de representar una esfera tridimensional sobre una superficie plana, teniendo en cuenta dos parámetros: las posiciones planetarias proyectadas sobre la eclíptica, y las posiciones planetarias en representación domal (en las casas). La representación del tema sobre una superficie plana depende de las convenciones en los parámetros y en la proyección de la esfera sobre el plano.

Los astrólogos medievales representaban el tema mediante un esquema circular y cuadrangular que privilegiaba las casas; los astrólogos modernos (especialmente los europeos) prefieren una representación circular que privilegia los signos zodiacales. Pero en ambos casos, las latitudes de los astros no se tienen en cuenta. Las longitudes habitualmente representadas no son sino proyecciones ortogonales de las posiciones planetarias sobre la eclíptica. No son las posiciones planetarias reales.

Por ejemplo el 24 de marzo del año pasado, 2009, en París a las 6h43 (GMT +1), Mercurio es mostrado a 27° de Piscis, tres grados por encima del Ascendente y en la casa XII. En realidad, el planeta está bajo el horizonte, y aun no ha salido! A la inversa, Venus, es mostrada en el 9°30 de Aries y en casa I, muy por debajo del ascendente. En realidad Venus ya ha salido, hace cerca de media hora, un poco después de Marte y bastante antes que Urano!

Llegamos a la conclusión de que hay algo que "no anda bien" en la representación tradicional que han empleado los astrólogos durante siglos.

No es solo el sistema de Casas y de la Domificación lo que conviene reformar -suponiendo que los astrólogos pudieran acordar sobre la naturaleza de las "casas astrológicas" (ver mi texto sobre el Dominion y el origen dudoso del sistema devenido clásico, de las doce casas)- sino también, las posiciones planetarias sobre la eclíptica. Pues incluso los astrólogos que por prudencia, no utilizan ningún sistema de domificación en la representación del tema, de todos modos dan, sobre el circulo de la eclíptica, una representación falsa de los planetas, que no corresponde a la realidad, sino a un parametraje astronómico convencional.

ILUSTRACIONES. En los temas levantados para el 24 de marzo 2009 a las 6h43 en París, los datos de distintos programas astrológicos concuerdan (por ejemplo ZET en domificación Polich-Page y Astrodienst on-line en domificación Placidus), pero no representan las posiciones reales aparentes de los planetas: en efecto Mercurio esta bajo el horizonte (por lo tanto lógicamente bajo el ascendente) y Venus esta por encima, como aparece en el Stellarium. La imagen 4 (Stellarium) muestra la salida de Venus una media hora antes, hacia las 6h11 (con atmósfera) . Y Urano aun no ha salido!







Otro ejemplo: Mañana lunes de Pascua, 5 de abril a las 2:58:47 en París, la Luna se eleva a 0°28 Capricornio en el mapa clásico. Ceres y luego Plutón son representados bajo el Ascendente, a 2°56 y 5°25 de Capricornio respectivamente. En realidad, la Luna se encuentra bajo el horizonte y aun no ha salido: es Ceres la que esta para elevarse y Plutón esta por encima del horizonte, a una altitud de 1°25.






LA REPRESENTACIÓN ORTOGONAL DEL TEMA


Se puede dar preferencia, en lugar de la representación circular del tema, a una mas simple, ortogonal, teniendo en cuenta solo las coordenadas eclípticas de los planetas, a las cuales se les puede adjuntar los Ángulos, y con mayor dificultad las casas y los aspectos. Ningún programa de los que conozco, propone un diseño de estas características, que tenga la ventaja de no falsear la percepción de las posiciones planetarias aparentes (a condición de adoptar una misma escala para las abscisas y las ordenadas), pero tiene el inconveniente de no ser circular. Es una representación aceptable para astrólogos que no utilizarían las Casas. Se puede también preferir, en lugar de las coordenadas eclípticas, las ecuatoriales u horizontales, y representar el estado del cielo próximo con la ayuda de uno u otro de estos sistemas.

Kepler dice en el Cap. séptimo del Libro IV de su Harmonices Mundi, que nació cuando se elevaba el grado 25 de los Gemelos, y cuando culminaba el grado 22 de Acuario : "oriebatur autem 25 Geminorum, culminabat 22 Aquarii". (Linz, Joannes Plancus, 1619, p.170). Esta fecha equivale al Jueves, 27 de diciembre de 1571 en Weil-der-Stadt al oeste de Stuttgart, con un nacimiento cerca de las 14 horas 37. Es la hora que habitualmente se admite.





ILUSTRACIONES: El mapa ortogonal de Kepler, sin aspectos , luego con los aspectos, y el mapa ortogonal del 24 de marzo a las 6h43, poniendo en evidencia la gran latitud de Venus.









LA CUESTIÓN DE LAS LATITUDES y LA HIPÓTESIS DE LAS LONGITUDES DERIVADAS O VARIABLES

Se habla habitualmente de la banda zodiacal, tradicionalmente fijada en unos 17°, es decir, 8°30 a cada lado de la Eclíptica, que se adapta a las diferencias de latitud de los planetas del septenario. En realidad Venus puede alcanzar una latitud de hasta 8°50, lo que debería llevar la banda zodiacal tradicional cerca de los 18º. La Luna y Mercurio tienen una latitud planetaria máxima de alrededor de 5°; la latitud de Urano, el planeta más cercano al plano de la eclíptica es inferior a 1°, las de Júpiter y Neptuno inferiores a 2°, y la de Saturno a 3°. Pero Marte puede alcanzar los 7° de latitud sur (aunque sólo hasta 4°30 en latitud norte), y Plutón y Ceres se desvían notablemente (más de 17°). Tomar en cuenta estos dos planetas requiere una ampliación de la banda zodiacal a unos 35°. Sin embargo, las posiciones planetarias representadas en el mapa no están "en" la banda zodiacal, sino "sobre" un círculo que elimina los datos de latitud.

Ningún astro, con excepción del Sol, se encuentra nunca verdaderamente sobre la eclíptica, excepto en los puntos de intersección de su plano de revolución con la eclíptica (en los nodos). Uno podría imaginar, a fin de tener en cuenta las latitudes planetarias, redefinir las posiciones eclípticas para cada planeta. Estas correcciones no serian aplicables o serian nulas para el sol (que por definición no tiene latitud) y, en casos muy raros, para un planeta que este atravesando el plano de la eclíptica junto con su nodo ascendente o descendente.

La posición de cada planeta no estaría ya definida por su proyección invariablemente ortogonal sobre la eclíptica, sino por su proyección eclíptica según un eje que intersecta el meridiano, y más exactamente el punto cardinal Sur (en un tema septentrional) para un planeta por encima del horizonte y según un eje que intersecte el punto cardinal Norte, para un planeta por debajo del horizonte. En un tema austral, se invertirían los puntos cardinales.

Así en el ejemplo anterior, Venus quedaría situada cerca de los 14° de Piscis y ya no a 9°30 de Aries. Mercurio estaría alrededor de 2°30 de Aries en lugar de 27° de Piscis. Estos datos van variando durante el día y los planetas no retoman su posición eclíptica clásica sino en el pasaje por el meridiano. De este modo, los planetas estarían retrógrados en ciertos momentos de su ciclo diario, del mismo modo que dichos planetas lo estaban en determinados momentos de su ciclo anual, a lo cual el astrólogo esta habituado desde hace siglos.





Las proyecciones ortogonales clásicas (representadas en el mapa habitual) no tienen en cuenta la latitud. Las proyecciones "derivadas" o "latitudinales" restituyen una imagen del cielo mas en consonancia con el cielo teóricamente visible (sin atmósfera).

Es evidente que tal uso de los parámetros chocará a muchos astrólogos, para quienes las proyecciones astronómicas perpendiculares son un articulo de fe, aunque quizás menos a los astrónomos que observan el cielo tal como aparece en sus telescopios. Pero el posicionamiento eclíptico, no es sino una convención del parametraje, y la solución de las "longitudes derivadas" estaría mucho mas de acuerdo con el cielo tal como aparece en el momento de la observación. Las longitudes derivadas son una especie de adaptación y de posicionamiento sobre la eclíptica, de los planetas vistos bajo una perspectiva topocéntrica.

Sin embargo, este posicionamiento presenta una falla grave y fracasará en algunos casos extremos, por ejemplo, en Rovaniemi en Finlandia (una ciudad de 60.000 habitantes a los 66°30 N y 25°44 E), cada día en el momento en que la eclíptica se pega al horizonte, es decir, cuando los planos de la eclíptica y el horizonte coinciden. Este fenómeno ocurre en todos las lugares geográficos que poseen una latitud cercana a los 66°30, es decir, aquellos situados sobre los círculos polares ártico y antártico.



LOS MAPAS DOMALES

Algunos astrólogos en Francia, inspirándose en Dom Neroman (1884-1953), han propuesto agregar al mapa clásico, un segundo mapa llamado "domal" o de domificación (Cahiers Conditionalistes 4, 1981, Astralis 43, 1994, L'Astrologue 129, 2000, etc.) Pero estos intentos de representación, que adaptan los sistemas de Campanus o de Placidus, hacen una partición desproporcionada, o incluso se hacen impracticables en las latitudes extremas, al igual que los mapas clásicos basados en los mismos modelos. Además, no se conoce bien para que servirían esos grados domales establecidos para representar la posición exacta de un planeta en casa, ni que aspectos se utilizarían (longitud o domificación), teniendo en cuenta los dos mapas concurrentes. La practica mas extendida consiste en retener los aspectos comunes a ambos mapas, tanto el clásico como el neromaniano o el neo-neromaniano. En realidad el mapa domal no es sino una imitación del mapa clásico tomando como base tal o cual sistema de domificación, ya altamente cuestionable. Los "aspectos domales" no son sino proyecciones, como lo son igualmente los aspectos entre las posiciones planetarias eclípticas. No son los aspectos reales aparentes entre los planetas (sus distancias angulares) sino una aproximación a esas distancias. Es posible construir un mapa domal para cada sistema de casas existente. Por ejemplo, en el tema de Alfred Adler, supuestamente nacido en Viena, Austria, el 8 de febrero 1870 a las 14 h según Astralis 43 (en realidad el 7 de febrero en Rudolfsheim cerca de Viena, y en hora desconocida!) Plutón esta a 7° de la Casa XII, Neptuno esta a 6° de la Casa XI (domificación Campanus). Pero con una domificación Placidus, Plutón se encuentra a 28° de la casa XI y Neptuno a 26° de la casa X !

En otras palabras hay tantos "mapas domales" como sistemas de casas. El mapa llamado domal, es una especie de vectorización de un sistema de domificación, y presenta, en las situaciones extremas, los mismos inconvenientes y aberraciones que el sistema de domificación a partir del cual ha sido levantado el tema. Ninguno de estos tipos de mapa presenta las posiciones reales de los planetas en la esfera local, sino unas posiciones desviadas por el sistema de domificación que se utiliza. Esto es como tomar el problema al revés. Pues la cuestión de la domificación (es decir la cantidad y limites de las casas astrales) no hace sino complicar el asunto. Las "longitudes derivadas" que he propuesto mas arriba, podrían interpretarse como una trasposición de las posiciones domales sobre el mapa clásico. Al menos ellas tienen la ventaja –sobre estos datos llamados domales- de no depender de ningún sistema de casas.


EL DOBLE MAPA AZIMUTAL

Otro modelo es levantar el tema partiendo de las longitudes clásicas y las posiciones azimutales topocéntricas. Los círculos paralelos al meridiano definirían una domificación natural, cuyas posiciones eclípticas y las posiciones "domificadas" coinciden en el caso extremo de Rovaniemi en Finlandia, por ejemplo el 25 de febrero 2010 a las 7h57. En este ejemplo, las proyecciones ortogonales sobre la eclíptica y sobre el horizonte son las mismas.

Retomemos el tema de Kepler. El primer grafico (a izquierda) es una síntesis entre el mapa antiguo clásico (organización cuadrangular) y el mapa moderno (zodiaco circular). Pero los parámetros están invertidos: la banda zodiacal se encuentra en el exterior y las casas son intermedias, cortando la banda zodiacal en 8 sectores. El circulo interior indica las posiciones azimutales de los planetas. Un semicírculo grisado marca el bajo horizonte (bajo el eje Asc-Desc). El doble circulo central da cuenta de las posiciones planetarias por encima y por debajo del horizonte. (Mientras que el planeta Neptuno debiera estar ubicado entre los dos círculos, ya que aun no ha salido). Los planetas en el interior del doble círculo están bajo el horizonte (Júpiter, Marte, Ceres), los planetas fuera de este doble círculo están por encima. Las longitudes planetarias (no indicadas) se proyectan en la banda zodiacal y las posiciones azimutales están marcadas con pequeños círculos rojos sobre el círculo central. Las ocho casas resultan de una partición aritmética de las posiciones azimutales a partir del meridiano (el centro de la Casa III a 22°30, a ambos lados del meridiano, la casa IV de 22°30 a 67°30 , etc.) A este dispositivo se le agregan los aspectos en el centro y la coloración de los signos zodiacales, según los colores planetarios (ver mi texto Planetas, Colores y Metales", CURA 2000-2004) transferidos a los signos zodiacales desde sus Domicilios, tal como lo expuse en mi tesis de 1993 (Luna-Cáncer, Sol-Leo, Venus-Virgo, Neptuno-Libra, etc.). Finalmente en los limites de los signos (por ejemplo arriba de derecha a izquierda 48 Capricornio, 22 Acuario, 351 Piscis, etc.) se indican las proyecciones azimutales que marcan el comienzo de los signos trópicos.

El segundo gráfico (a derecha) retoma aproximadamente la organización del anterior, con indicación de las longitudes y las latitudes. Pero las correspondencias entre las posiciones azimutales, los signos zodiacales y las casas son solo aproximadas (y no obedecen sino a un esquema geométrico que no pretende reproducir las posiciones reales). Sin embargo, Neptuno esta vez queda correctamente situado entre los dos círculos, los cuales marcan su posición bajo el horizonte, pero con el ascendente en la Casa VIII y no ya en la Casa I (lo cual parece problemático).





Por otra parte, este atractivo modelo azimutal, también fracasa, esta vez en el Ecuador, por ejemplo, en Quito, o mejor en Calacalí al norte de Quito (0N00, 78E30 - ver http://static.panoramio.com/photos/original/19289347.jpg). En efecto, en esas latitudes, el plano de la eclíptica se halla a veces casi perpendicular al plano del horizonte y los planetas se sitúan todos casi en el mismo lugar en la proyección ortogonal sobre el horizonte. Las posiciones azimutales no difieren sino en función de la latitud de los planetas. Peor aún, sólo hay una casa, y ella contiene al meridiano!


EL TEMA EXPRESADO EN LONGITUDES Y ALTITUDES

¿Cómo se puede levantar un tema en la latitud de Rovaniemi, o incluso en Longyearbyen, Noruega (78N13, 15E39)? No hay manera de tratar la cuestión de la representación de la carta astrológica si no se resuelve este problema técnico.

La única manera de salir de esta aporía técnica milenaria, sólo puede venir de la resolución simultánea del tema polar y el tema ecuatorial. Después de revisar varios sistemas y con las perspectivas astronómicas más variadas, he llegado a la conclusión de que se podría lograr una representación satisfactoria mediante un esquema de medidas doble: las longitudes eclípticas y las altitudes (alturas) topocéntricas.

La altitud o altura de un astro depende del lugar en que se levanta el tema. Es en cierto modo una función de la latitud geográfica. El 21 de junio, en el solsticio de verano, la altura del Sol en el momento de su culminación es de 64°35' en París, de 35°13' en Longyearbyen y de 66°21' en Quito. El 22 de septiembre en el equinoccio de otoño, el Sol culmina a 41°23' en París, a 12°03' en Longyearbyen, y a 89°37' en Quito (casi en el cenit). El 21 de diciembre, en el solsticio de invierno, el Sol culmina a 17°42' en París, a 66°47' en Quito, pero sólo a -11°39' en Longyearbyen ( pues aquí el sol permanece bajo el horizonte).

En el caso finlandés anteriormente mencionado (coincidencia de los planos de la eclíptica y el horizonte), la altitud de un planeta se confunde con su latitud astronómica: los planetas con latitud positiva están por encima del horizonte, los de latitud negativa se muestran por debajo.

En otras situaciones extremas, el plano de la eclíptica puede estar perpendicular al horizonte, de un lado, y en el meridiano del otro lado, partiendo la esfera celeste en ocho cuadrantes iguales. Es el caso de Toliara en Madagascar (23N21, 43E40), un lugar situado a menos de 6' de latitud del Trópico de Capricornio, el 7 de junio 2001 hacia la 1h04. El Mediocielo esta cerca del punto zodiacal de mayor altitud, y del cenit. Diez segundos antes, a la 1:03:50, el Ascendente estuvo a 0° de Aries y el MC a 0° de Capricornio.

Así como en el caso precedente (véase el doble mapa azimutal) se puede invertir tanto la representación medieval clásica del tema como la representación moderna, y levantar el tema en un cuadro doble: una banda cuadrada zodiacal exterior que marca las longitudes planetarias, y un doble circulo interior, que aquí servirá para medir la altitud de los planetas. El doble circulo es necesario para poder distinguir, en algunos casos especiales, los planetas que se sitúan por encima o por debajo del horizonte (los planetas bajo horizonte estarán ubicados entre los dos círculos, y los otros en el exterior). En este doble parametraje, es conveniente agregar los limites de las ocho casas según el sistema que yo preconizo desde hace 15 años (ver mi Dominion), y en el centro los aspectos reales entre planetas, así como las figuras armónicas destacables (en particular los triángulos y cuadriláteros).

Los aspectos reales (así llamados aspectos 3D) son las distancias angulares medidas sobre la esfera celeste: ellas son independientes de los sistemas de coordenadas y por lo tanto integran tanto las longitudes como las latitudes (ver "La pseudo conjonction Soleil-Plutón du 24 décembre 2009", AfD 4). Los aspectos reales en forma absoluta, es decir sin orbe, son muy raros, cualesquiera sean los nacimientos estudiados, en razón de la latitud de los astros.

El software Babylonia, versión 1.2 (imagen a izquierda), también propone un esquema de longitudes y altitudes, sin casas, y brinda así una representación del cielo más estética que la de un tema verdadero (imagen izquierda). En el tema de Kepler calculado mediante altitud y longitud (imagen siguiente) las líneas rojas conectan la longitud zodiacal a la altitud topocéntrica. Los planetas que están por debajo del horizonte figuran entre los dos círculos centrales en una zona gris azulada. La zona central esta graduada según la altitud máxima (al norte) y mínima (al sur), que varían según los casos. En el caso de Kepler, Júpiter supera la altitud del Mediocielo clásico, y Marte el Fondo del cielo. Los aspectos y las figuras deben agregarse (y hay que corregir la indicación, 14h37, y no 14h30). En Rovaniemi, en el ejemplo antes mencionado, cuando el horizonte se pega al zodiaco, las altitudes se confunden con las latitudes, y se hace necesario graduar los círculos centrales en forma discontinua. Este modelo me parece aceptable, teniendo en cuenta las hipótesis consideradas (longitudes eclípticas, altitudes, domificación en ocho casas de acuerdo con el modelo que propuse en 1999, aspectos reales y figuras planetarias).








UNA CARTA PARA LONGYEARBYEN

Hay problemas especiales que afectan a los temas levantados en los círculos polares, en latitudes alrededor de los 66°30 norte o sur, en razón de la inclinación del plano de la eclíptica sobre el ecuador celeste, de alrededor de 23°30, y ligeramente variable con el tiempo. La inclinación tendría una variación entre 21°30 y 24°30 en el curso de un periodo de 41.000 años, según el matemático y meteorólogo servio Milutin Milankovic (1879-1958), afectando también la excentricidad terrestre y la precesion (ver p. ej. http://www.detectingdesign.com/milankovitch.html).

En esas latitudes, una vez por día los planos del horizonte y de la eclíptica coinciden. Cuando el sol esta en el horizonte, los planetas cuya latitud es positiva se encuentran por encima del horizonte, y los otros, debajo. El Ascendente y el Mediocielo están sobre el horizonte, el Ascendente al norte, el Mediocielo al este. No resulta exacto decir que en ese momento no hay Ascendente ni Mediocielo: esto es verdad a lo sumo durante una fracción de segundo (ver los artículos de Joseph Frederici aparecidos en los años 70: Astrological Journal 16,3, 17.1-3-4, 19,4). Es el mismo caso que Rovaniemi en Finlandia, ya mencionado.

Pero que pasa en Longyearbyen, por encima del Círculo Polar Ártico (78.222,15.642 en Google Maps) ?







Ubicación en el día de hoy, 4 de abril de 2010.

A medianoche, Saturno, Marte, Venus y Mercurio están sobre el horizonte; Saturno, al Sur, cerca del meridiano, Marte culmina al Sudoeste por encima de la eclíptica (latitud +2°49), Venus y Mercurio parecen estar por ponerse al Norte.
A las 0:18 Spica, a 2° al Sur de la eclíptica, se eleva. Saturno ha atravesado el meridiano.
A las 2:12 Mercurio y Venus cruzan el meridiano al Norte, luego comienzan a elevarse por encima del horizonte.
A las 2:56 Spica, que no ha dejado de rozar el horizonte, se pone.
A las 5:09 el Sol sale por el Nor-Noreste.
A las 5:19 la Luna cruza el meridiano en el Sur bajo el horizonte: alcanza su culminación inferior, su "soterramiento", a -14°21.
Entre 6:22 y 6:32 Ceres y Plutón, atraviesan a su turno el meridiano en el Sur.
Alrededor de 6:50 Urano y luego Júpiter salen por el Este en el momento en que Saturno se pone por el Oeste.
A las 8:35 Marte atraviesa el meridiano al Norte, a 10° por encima del horizonte.
A las 10:09 Neptuno, a 0°46 bajo el horizonte, cruza el meridiano al Sur, pero no llega a elevarse. A la inversa, Regulus, sobre el horizonte y al Norte, no llega a ponerse.
A las 15:34 Júpiter se pone al Sudoeste.
A las 17:32 Urano se pone por el Oeste en el momento en que Saturno se eleva en el punto opuesto.
Antes de las 18:00 la Luna atraviesa el meridiano al Norte bajo el horizonte, seguida de Ceres y Plutón.
A las 20:34 Marte cruza el meridiano al Sur y culmina a 34° por encima del horizonte.
A las 20:58 el Sol se pone en el Nor-Noroeste.

Durante todo el día, Marte, Venus y Mercurio han permanecido por encima del horizonte, elevándose después de su paso por el meridiano al norte y descendiendo luego de su paso al Sur. En este ejemplo, los planetas se elevan al Este pero en realidad en el Descendente, y la eclíptica culmina en el Norte y no en el Sur.

De una manera más general, si el Ascendente se define como el punto de la eclíptica que se eleva, queda siempre en la mitad oriental del horizonte. Pero por encima del circulo polar el MC puede situarse bajo el horizonte y los signos zodiacales elevarse en el orden inverso a su elevación habitual. Si por el contrario el Ascendente es redefinido como el punto de la eclíptica situado al este de la zona eclíptica sub-horizontal (incluyendo el MC) entonces, en estos mismos casos extremos, podría encontrarse en la parte occidental del horizonte, con un MC al Norte.

Esta segunda hipótesis me parece mucho más satisfactoria que la primera, pues la orientación del mapa (orientado al Norte o al Sur) es sólo una cuestión de convención. Para los temas levantados en el hemisferio sur, es comúnmente aceptado que la orientación del punto de observación se debe invertir (mapas orientados al Norte).

Esta nueva definición del Ascendente depende en realidad de la definición que se de al Mediocielo. ¿Cómo el llamado Mediocielo podría encontrarse bajo el horizonte mientras que su punto inverso estaría por encima? Esta situación absurda depende de la definición de los ángulos, y en especial la que se de al Mediocielo. Así, no seria el Ascendente el que esta en cuestión, como se afirma habitualmente (por ejemplo Frederici) sino el Mediocielo (Medium Coeli).

Sugiero considerar, para toda situación celeste, la porción de la eclíptica que se sitúa por encima del horizonte, cualquiera sea su localización cardinal. El Mediocielo seria entonces, no ya la intersección del meridiano local con el plano de la eclíptica, sino mas simplemente, el punto de la eclíptica de mayor altitud, es decir, el punto mas alto de la eclíptica medido desde el horizonte yendo hacia el cenit. El Ascendente y el Descendente serian definidos como las intersecciones al Este y al Oeste, entre la eclíptica y el horizonte. El Ascendente y el nuevo Mediocielo, estarían siempre situados en ángulo recto uno del otro (a 90°) tanto en el cielo real como en el tema levantado. El punto mas alto de la eclíptica en un tema, es siempre el punto situado a 90° del Ascendente, sobre la eclíptica, y no el MC tradicional situado en el meridiano como frecuentemente se cree. Este ultimo es el punto de intersección con la eclíptica, en el cual los planetas alcanzan, cada uno a su turno, su mayor altitud. Un planeta en el meridiano y en su culminación, no esta en el punto mas alto de la eclíptica, por lo tanto tampoco esta en el punto de culminación del tema!

El 22 de marzo 2010 un poco después de las 10h58 en Paris (GMT+1), el Sol "culmina en el MC" a 35°24, que es el punto mas elevado de altitud eclíptica. Por el contrario Neptuno, que viene de atravesar el meridiano (a 29°31 de altura) no esta sino a una altura de 28°11, inferior a las de Mercurio, Venus, Júpiter y Urano.





Esta concepción del MC o del ME (Medio de la eclíptica) resuelve al mismo tiempo, el procedimiento de domificación a adoptar: en razón de la ortogonalidad de los ángulos, las casas astrológicas pueden repartirse naturalmente en tramos iguales sobre la eclíptica, sin que exista competencia entre el ASC y el MC. En otras palabras, la distribución de las casas en partes iguales partiendo del Ascendente o del MC, coinciden.

Definiciones: el Mediocielo (o Medio de la Eclíptica) es el punto eclíptico de mayor altitud. El Ascendente es la intersección de la eclíptica y el horizonte, al Este del Mediocielo.


Estas definiciones se mantienen bajo todas las latitudes. El único caso especial concierne a los cielos de los círculos polares, en el momento en que el plano de la eclíptica se pega al horizonte. En el momento T-1, el MC se ubica en algún lugar al Oeste, algunos segundos después de la fusión, el MC reaparece en algún lugar al Este, por ejemplo en el caso ya señalado en Rovaniemi, Finlandia, el 25 de febrero 2010 entre las 7:55 y las 8 h. Este tipo de representación no constituye un problema, solo ilustra la situación particular que se produce una vez por día bajo tales latitudes.





A las 8 hs, Urano, Venus, Júpiter, Neptuno y Mercurio están todos cerca del MC en el Oriente pero bajo el horizonte, en razón de tener latitudes negativas. Saturno y Marte, en la oposición, tienen latitud positiva: aparecen por ello sobre el horizonte.

De ahí el interés por agregar, cuando levantamos el tema, una doble banda circular que indica la presencia de un planeta, por debajo o por encima del horizonte. Este doble círculo no está contemplado en los programas de software, por lo cual vamos a añadir flechas que indican la posición real del planeta en relación con el horizonte. En el ejemplo mostrado a continuación, se han calculado las posiciones geocéntricas, mientras la Luna local ( posición topocéntrica) está muy por debajo del horizonte, a una altitud de alrededor de -1° (no a +0°01 como se indica en los datos).




¿QUE SISTEMA DE DOMIFICACIÓN?

En una serie reciente de artículos publicados en una revista londinense entre 2001 y 2005, Michael Wackford tuvo éxito en navegar enérgicamente entre diferentes sistemas, pero lamentablemente no llego a ninguna solución, incitando a sus lectores a creer que no existe ninguna y que todos los métodos son falibles. Este astrólogo además evita considerar seriamente los sistemas que dividen directamente la eclíptica. Pero solo de técnica y discurso no nace la realidad. El autor, que ignora mi artículo (como es habitual en esta revista británica), celui de l'irlandais Cyril Fagan, y mas generalmente la división en ocho sectores, evita cuidadosamente plantearse cuestiones esenciales, tales como el origen de las casas astrológicas, su numero, su sentido de rotación, la cuestión de las latitudes planetarias, e incluso la cuestión de la definición del MC.

Ralph W. Holden presenta en su libro de 1977 (The elements of house division, Fowler, Romford, UK) quince sistemas de domificación repartidos en tres categorías: los sistemas que dividen la eclíptica (Casas iguales desde el Asc. o Modus Aequalis, Porfirio, Graduación natural, Casas iguales desde el MC), aquellos que dividen espacialmente la esfera celeste (Campanus, Regiomontanus, Morin, la Rotación Axial, el Método Cenital, la División desde el Punto Este), y aquellos fundados en una división temporal de los arcos diurnos de los planetas (Alcabitius, Placidus, Koch, Topocéntrico). Holden no evoca la cuestión de las ocho casas, pero en 1977 no han pasado sino seis años desde que Cyril Fagan había difundido su obra Astrological Origins, en la cual el defiende moderadamente la domificación en ocho sectores (ver la discusión del Oktotopos en el Astrowiki alemán (no hay articulo sobre este tema en el Astrowiki ingles, y no hay Astrowiki francés) y el articulo de Wojciech Jozwiak, Newly Conceived Houses, reeditado por Cura).

Las domificaciones temporales por trisección de los arcos diurnos, aunque impracticables o absurdas a partir de los 66° de latitud, tienen la preferencia de los astrólogos. El requisito de la temporalidad de las casas –que resultan etimológicamente de una sectorización del espacio (ellas son domus, loci o topoi)- no se justifica, máxime que en razón de la excentricidad de la orbita terrestre, el zodiaco solar no obedece a esta lógica temporal (el verano dura casi 94 días, el invierno solo 89 días).

Holden discute a Frederici (p.120), recuerda los problemas de intercepción y de latitud (p.107-117) que afectan especialmente a los sistemas de las dos ultimas categorías (domificación espacial y domificación temporal), y concluye (p. 129 y ss.) dando la superioridad a los sistemas que dividen la eclíptica, que escapan a las dificultades ya mencionadas. Y notablemente es el Modus Aequalis, el sistema mas antiguo de domificación del tema, el que alcanza su preferencia. Parecería que los sistemas ulteriores, mas y mas sofisticados, llegando hasta el reciente sistema del polaco Bogdan Krusinski, se limitan a complejizar los parámetros y no están en posición de resolver los problemas planteados por la domificación en todas las latitudes. Al final, parecería que todos estos sistemas son el resultado de refinamientos matemáticos inútiles que no hacen sino oscurecer la realidad.


PRECISIONES SOBRE LAS OCHO CASAS ONTOLÓGICAS

He presentado el sistema de ocho casas astrológicas, que se inspira en un Oktotopos cuyo origen griego es cuestionable, en la revista Astralis de 1987, luego en mi tesis de doctorado (1993) y en el articulo "Las 8 Casas" aparecido en CURA en 1999. La domificación propuesta en 1999, preconiza la utilización de un punto medio situado entre el Ascendente y el Punto Este, lo que permite a priori domificar el tema incluso en latitudes extremas. Suponiendo que el Ascendente este situado bien al Este entre el MC y el IC, que son las intersecciones del Meridiano local con el plano de la eclíptica, las casas pares II, IV, VI y VIII tienen una extensión eclíptica, incluso en los casos extremos, que varia entre 28° y 62°. El MC esta siempre ubicado en la Casa III. En contraposición el Ascendente puede moverse y estar situado en la casa II o en la casa VIII.

Yo refuto en el momento actual y mediante el presente texto, dicho cálculo de las ocho Casas ontológicas, el cual he presentado y siempre he considerado como provisorio. Los análisis precedentes muestran que es inútil calcular un punto medio intermediario y que las casas iguales validan una domificación natural y simple, apoyándose en una nueva definición del Mediocielo, aplicable en todas las latitudes. Las ocho casas se suceden en el sentido del reloj, y los ángulos ASC, MC, DESC, e IC quedan situados en el centro de las casas I, III, V y VI, en la construcción óctuple. Las Casas resultan de una compartimentación de la esfera local, teniendo en cuenta a la vez la posición geocéntrica de los planetas, su situación topocéntrica, y en un espacio que depende también de su situación zodiacal.

Los ángulos marcan zonas particulares en el movimiento diario de un planeta: su salida, su culminación, su puesta y su culminación inferior. (No existe ningún termino para designar la culminación inferior o pasaje por el Fondo del Cielo o hupogeion, yo propongo el termino soterramiento (francés "enfouissement"). Los griegos calificaban como "Subterránea" a la casa astrológica relacionada con esta situación.)

Siempre se ha querido vincular los ángulos con el sistema de las Casas, bajo el dogma de que el Ascendente debía representar el inicio de la Casa I. Esta concepción es errónea. Nada obliga a que los ángulos deban situarse al comienzo de las Casas (en sus cúspides) y no en su centro, ni tampoco que tal ángulo deba estar correlacionado con tal casa, aunque exista una lógica temporal y estructural en la sucesión de las ocho casas, desarrollada en mi texto de 1999.

Fueron los astrólogos-astrónomos de la Mesopotamia, los primeros en observar que, los planetas situados en dichos ángulos, y por lo tanto en tales momentos de su ciclo diario, poseían una fuerza particular. En esa época las Casas no existían; probablemente ellas son una invención griega tardía, que nos ha llegado deformada en los primeros textos que la mencionan.

Algunos programas proponen una partición en ocho sectores, pero los ángulos quedan mal definidos y el resultado es poco funcional. Así el programa neo-zelandes Janus da posiciones invertidas por encima y por debajo del horizonte: en un tema calculado para un sitio próximo a Longyearbyen, el 27 de diciembre a las 13 horas 51, Marte, la Luna y Urano, los únicos planetas que aparecen por encima del horizonte, se encuentran por debajo! (Comparar con ZET y Stellarium que presentan un mapa o un cielo mas concordantes con la realidad).






CONSECUENCIAS DE LA DOMIFICACIÓN EN OCHO SECTORES IGUALES

La domificación en ocho sectores iguales presenta ventajas practicas, técnicas y teóricas importantes. En la practica, un programa bien concebido (como el ruso ZET) permite, empleando ciertos ajustes, domificar un tema con 8 casas astrológicas. Posiblemente sea el único. La ortogonalidad de los Ángulos resuelve la cuestión de los Paranatellonta, estos cuerpos celestes, astros o agrupamientos de astros, que salen, culminan o se ponen al mismo tiempo. De este modo, la aporía concerniente a la dualidad entre los Planetas en aspecto y los Paranatellonta, evocada por Robert Hand en sus Essays on Astrology (p.98-101), queda resuelta, ya que los pasajes de los planetas por el horizonte, por la "culminación" (el nuevo MC) y por el soterramiento., se ubican en conjunción, oposición o cuadratura, si las latitudes planetarias son bajas. En otras palabras, los "Parans" que constituyen las relaciones angulares que hacen aparecer los Paranatellonta, no son sino casos especiales de los aspectos clásicos.

Otra consecuencia concierne a la división por cuatro, base ontológica de la astrología, que ahora marca la selección de aspectos. En efecto, la conjunción y la oposición, la cuadratura (o cuartil), la semicuadratura (u octil) y la sesqui-cuadratura (o tri-octil (135°) y el semi-octil (22°30), se convierten en los aspectos mayores que ilustran esta lógica cuaternaria (división del círculo en 2, 4, 8 y 16). Reencontramos una práctica corriente influida por el alemán Alfred Witte quien preconizaba observar el tema sobre un círculo de 90° (Dial). Salvo que, la graduación por sectores iguales a partir de un Ascendente ficticiamente situado en el comienzo de Libra, es reemplazada por una repartición equivalente pero en ocho y ya no en doce, a partir del Ascendente real.

Así resulta que el nuevo mapa, obligadamente compuesto, teniendo en cuenta la representación en dos dimensiones de aquello que debería hacerse en tres, reúne cuatro sistemas de parametraje: las posiciones planetarias aparentes en relación al horizonte (medidas por la altitud, pero que aun no son graficables por los programas actuales), las proyecciones ortogonales de las posiciones planetarias sobre la eclíptica (Zodiaco), las distancias angulares entre los planetas (que caracterizan a la vez los aspectos entre dos planetas y las figuras entre varios planetas), y las delimitaciones igualitarias de las ocho casas astrológicas a partir de ángulos ortogonales. Así, este diseño sintetiza el conjunto de los elementos necesarios para la interpretación, corresponde mejor a la realidad celeste aparente que aquellos propuestos por los programas actuales, y es sobre todo una consecuencia de la naturaleza cuaternaria de la astrología, como me he esforzado en mostrar desde hace mas de veinte años.


A continuación se pueden ver los gráficos de algunos mapas (sin las altitudes y sin el doble circulo Planetario).





Tema de la Redefinición del MC

El Sol en el meridiano (pero con una altitud inferior a la de Urano y Venus) esta conjunto a Júpiter y a una cuadratura y media de Marte.
Urano esta conjunto a Venus en la casa III, en Trígono con Marte desde Leo y en cuadratura con Ceres.
Plutón se pone, un poco por encima del horizonte.




Tema del nacimiento de Kepler

Neptuno se eleva, ligeramente por debajo del horizonte.
La Luna mantiene a Ceres y a la conjunción Venus-Sol en sinergia.
Saturno está aislado en casa VI (el Conocimiento).
Podría ser que Kepler haya nacido en realidad una hora antes, con la Luna en el Ascendente y el grupo Sol-Venus-Mercurio-Urano en la Casa IV (la Armonía).


Tema del descubrimiento de Ceres

Tuvo lugar el 1er día del siglo XIX, hacia las 20 horas en Sicilia (véase Piazzi, Risultati delle Osservazioni della Nuova Stella scoperta il dì 1. Gennajo all'Osservatorio reale di Palermo, Palermo, Nella Reale Stamperia, 1801 ; G. Foderà Serio, A. Manara et P. Sicoli, "Giuseppe Piazzi and the Discovery of Ceres" in Asteroids III, ed. William F. Bottke et al., University of Arizona Press, Tucson, 2002, http://www.lpi.usra.edu/books/AsteroidsIII/pdf/3027.pdf).

Configuración notable para un descubrimiento cuya importancia ha sido minimizada: Ceres (el verdadero planeta de la astrología), en el MC, se halla también en cuadratura con Saturno (el planeta científico) en el Asc., manteniéndose en armonía dinámica en un triangulo isósceles (Fig. Gran Quincuncio) solar.



Tema del nacimiento de Savonarola

El predicador florentino Girolamo Savonarola habría nacido el 21 de septiembre de 1452 en Ferrara [44N51, 11E38], al atardecer, "ho. 5 mi. 44" de Mérida (según Cardan, CG p.490). A la misma hora en Garcaeus (p.192). En efecto, el sol culminaba en esa fecha hacia las 11:50-11:51. Savonarola habría nacido a las 17.35 horas.
Marte en I (Comunicación) se opone a un grupo de planetas en IV (la Pareja) incluyendo a Ceres, Saturno, el Sol, Neptuno y Mercurio. Es el tema de un visionario militante. La Luna esta en el centro de esta configuración.


Tema altitudinal del CURA

Para una interpretación de este tema electivo, véase El Tema de C.U.R.A..


 
 
 Patrice Guinard: La reforma del mapa astrológico
 http://cura.free.fr/09-10/1005mapa.html
(traducción Alhena Casanova)

[versión francesa: http://cura.free.fr/09-10/1004newk.html]
 05-05-2010
 © 2010 Patrice Guinard y Alhena Casanova